Primero la Justicia española autorizó la extradición a Estados Unidos de una extesorera del gobierno de Venezuela. Después aprobó la entrega de un exjefe del espionaje chavista. Y, entre ambas decisiones, Cabo Verde envió a Miami a un empresario vinculado al gobierno de Nicolás Maduro acusado de lavado de dinero.
Esta seguidilla de hechos conocida apenas en la última semana ha llamado la atención internacional y plantea una pregunta evidente: ¿podría la Justicia de Estados Unidos convertirse de hecho en una especie de tribunal sobre el chavismo?
"Hasta cierto punto, sí", responde Javier Corrales, un profesor de ciencia política en el Amherst College de EE.