Erik Terrible Morales y Juan Manuel Márquez hicieron historia. Nadie puede negar la eterna presencia de estos dos estetas en el libro de oro del boxeo mundial. Honraron al estilo mexicano como pocos: sus combates eran garantía de sangre y espectáculo. Y eso le fascina a los aficionados, que adoran a los guerreros de estirpe. Como en el viejo Coliseo, estos dos púgiles salían con la impronta de matar o morir.
Sin embargo, ambos se fueron del ring con una cuenta pendiente en su foja de servicios: pelear entre ellos.