NUEVA YORK (AP) — Cuando la crisis por el coronavirus se hizo sentir con fuerza, el empleador de Akeil Smith recortó su trabajo de asistente sanitaria a domicilio a 25 horas por semana. Su salario de 15 dólares la hora dejó de ser suficiente para pagar el alquiler mensual de 700 dólares y se vio en la necesidad de acudir a centros de distribución de alimentos.
Si bien millones de trabajadores estadounidenses de antemano han recibido un pago de ayuda rápida de parte del Tesoro federal por medio de un depósito bancario directo, Smith se encuentra entre las millones de personas que carecen de una cuenta de banco tradicional y que deben esperar semanas para que les lleguen cheques de papel.