Desde que estalló el Wanda Gate se analizó una y otra vez qué es una infidelidad, cuál de los involucrados es el más culpable y quien sería la víctima y quien el victimario. Pero cuando se debate sobre la crisis en la relación de Wanda Nara y Mauro Icardi no solo se habla de amor y lealtad sino también de negocios. Un detalle a tener en cuenta es que la empresaria es representante del exitoso futbolista y que ambos poseen una gran fortuna que incluye propiedades, autos de alta gama, contratos millonarios y una suculenta montaña de euros.