Las decisiones adoptadas por la compañía desde abril, en el marco de una crisis inédita generada por la pandemia, le permitieron a YPF mejorar ingresos, mantener costos bajo control, preservar la caja, despejar el futuro financiero y recuperar gradualmente la actividad, con un impacto positivo en el EBITDA que mejoró significativamente en el tercer trimestre.
Respecto al trimestre anterior, los ingresos aumentaron un 19,5% (todos los porcentajes están expresados en dólares) como resultado de la recuperación en las ventas de combustibles y la estabilización de la producción de petróleo y gas.
Recuperación de la demanda
La demanda de productos refinados se recuperó significativamente con respecto al trimestre anterior, impulsada por el aumento del 41% en los volúmenes vendidos de nafta y 22% en diésel, aunque todavía no se alcanzaron los niveles pre-pandemia.