River llegó a su primera final en la Copa Libertadores de 1966, en donde se encontró con Peñarol, quien ya había ganado el certamen en 1960 y 1961. Después de la derrota en la ida por 2-0 en el Estadio Centenario, el conjunto conducido por Renato Cesarini se impuso por 3-2 en el choque de vuelta disputado en el Monumental y forzó así un tercer partido, el método por el cual se desempataba por aquella época. Claro, no existían ni los penales, ni la diferencia de gol, ni, mucho menos, la ventaja que otorga en la actualidad convertir en condición de visitante.