1. Estabilizar. La palabra estabilización volvió a instalarse en la agenda política. Sin consenso en cuanto al cómo hacer un plan, pero sí con respecto a la necesidad de reducir la dinámica inflacionaria. Los efectos negativos de una inflación alta (y cada vez más alta) son varios. El primero es que disminuye la eficiencia del sistema de precios en la asignación de recursos, porque el alza en la variabilidad de los precios relativos los hace menos confiables como fuente de información. En segundo lugar, destruye las funciones de la moneda local: las de ser unidad de cuenta, medio de cambio y reserva de valor.