Pierce Brosnan logró dos hazañas en 'Black Adam', la película protagonizada por The Rock sobre el antihéroe más poderoso de los comics. La primera es convertirse en un superhéroe a meses de cumplir 70 años. La segunda, lucir como todo un galán en el ceñido traje de Doctor Fate.
Ambas todavía lo sorprenden y asegura que dejarían con la boca abierta al niño que vivía con sus abuelos, soñando con reunirse con su madre, que había emigrado a Londres buscando una vida mejor, y alimentaba sus fantasías sobre una bicicleta que lo llevaba de aventura en aventura.