(Bloomberg) -- En la última década, Crédito Real SAB fue la estrella en ascenso de un nuevo negocio en auge en México: conceder pequeños préstamos —y cobrar tasas de interés de dos dígitos— a los millones de personas tradicionalmente no bancarizadas en todo el país.
Ahora, con la disminución de sus reservas de efectivo, Crédito Real enfrenta el momento de la verdad. O paga 170 millones de francos suizos (US$184 millones) en bonos que vencen este miércoles, o sigue el camino de algunos de sus pares más pequeños en la industria de préstamos no bancarios que ya han caído en incumplimiento.