Eludir responsabilidades forma parte de la condición del ser humano, y en la guerra comercial y de desprestigio entre Estados Unidos y China, ambos países están demostrando durante la pandemia ser expertos en no asumir sus errores y en esconder verdades bajo llave. Sus diferencias están dejando episodios diarios repletos de desencuentros y de acusaciones, de amenazas y de difamaciones que sirven de combustible para unas relaciones bilaterales chamuscadas. En el fuego cruzado de despropósitos hay una nueva estrategia que el gigante asiático está usando contra su archienemigo: el ridículo.
En un vídeo de menos de dos minutos titulado, ‘Once Upon a Virus’, el Gobierno de China se mofa de la gestión de EE.