El hombre había entrado para comprar salsa de soja. Tran Thi Ngai trabajaba como partera y enfermera, pero aquella mañana estaba al cuidado de la tienda de sus padres, en el sur de Vietnam, mientras ellos habían salido.
Tenía granadas colgando del uniforme, armas en el cinturón. Era verano de 1967 y la guerra de Vietnam —que enfrentaba a las fuerzas de Vietnam del Sur, Estados Unidos y sus aliados, contra los comunistas vietnamitas— estaba escalando.
Al acercarse al mostrador, le tendió el dinero. Y cuando Tran extendió la mano para tomarlo, él la agarró del brazo, después de su cabello, y la arrastró al trastero de la tienda.