El Real Madrid dio un paso de gigante hacia el título al imponerse 1-0 al Getafe con un solitario gol de penalti de Sergio Ramos. Sin embargo, los de Zidane lo pasaron bastante mal ante uno de los equipos más rocosos del campeonato y hubo un jugador que quedó especialmente señalado: Isco Alarcón.
El técnico francés volvió a darle la titularidad al malagueño por segundo encuentro consecutivo, pero estuvo totalmente superado por la presión del centro del campo del equipo rival demostrando que no pasa por su mejor momento de forma. Sus pases eran intrascendentes y no creó ni una sola jugada de peligro, además de sufrir varias pérdidas de balón.