En la altura de Calama, Lisandro Martínez fue uno de los cuatro futbolistas del seleccionado argentino que alguna vez jugó de enganche. Como él, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Alejandro “Papu” Gómez llevaron la camiseta número 10 y fueron los generadores de juego de sus respectivos equipos de inferiores o de primera división. Allí nació el amor de Martínez por el pase. Corto, mediano o largo, al futbolista nacido en Gualeguay (Entre Ríos) y formado en Newell’s le da igual. Acierta casi todos. Y es capaz de poner a un compañero cara a cara con el arquero rival con un solo pelotazo.