Esto no es en absoluto una cuestión racial. Nadie le decía a Larry Bird que le esperaba en la calle ni nadie habría amenazado a John Stockton en redes sociales porque sabían de sobra que la respuesta sería algo parecido a "muy bien, elige arma". La reacción inmediata al incidente entre Nikola Jokic y Markieff Morris, cuando el jugador de los Miami Heat golpeó en el aire al de los Denver Nuggets y este le mandó al suelo de un golpe con el hombro por la espalda, tiene mucho más que ver con los incomprensibles prejuicios que sigue habiendo en la NBA respecto a los jugadores europeos.