El uso de mascarillas en entornos públicos para reducir el contagio del covid-19 es de importancia crítica, y su efectividad ha sido mostrada en numerosos estudios. Con todo, en Estados Unidos existe un numeroso sector de personas que rechazan utilizar cubrebocas, pese a que la pandemia arrecia en muchos lugares del país, por consideraciones político-ideológicas, por una descolocada rebeldía o por ignorancia o mera frivolidad.