La Iglesia anglicana y Reino Unido expresaron su "consternación" por un ataque a un cementerio histórico cerca de la amurallada Ciudad Vieja de Jerusalén.
Más de 30 tumbas en el cementerio protestante del Monte Sión fueron profanadas el domingo presuntamente por extremistas judíos que rompieron cruces y derribaron y destrozaron lápidas.
"Nos hemos dado cuenta de que el discurso de odio y los crímenes de odio van en aumento", dijo el arzobispo anglicano Hosam Naoum.
De pie junto a la tumba destrozada del segundo obispo anglicano de Jerusalén, Samuel Gobat, manifestó que ha habido un aumento reciente de escupitajos a los cristianos y ataques a sus lugares sagrados.