De manera deliberada, la cúpula de la CGT excluyó ayer a Pablo Moyano de un encuentro con Alberto Fernández, que se dio en uno de los quinchos de la quinta de Olivos y duró hasta casi la medianoche. La conversación entre el Presidente y los sindicalistas estuvo guiada por la escalada de conflictos sectoriales, aunque se profundizó, sobre todo, en dos de ellos: la toma por parte del gremio de las plantas de neumáticos y la agresión de un grupo de activistas de Camioneros que irrumpió a los golpes en una empresa de logística.