Un empleado municipal está aún conmocionado tras la muerte reciente de siete hindúes en un ataque separatista en el pueblo de Dhangri, en Cachemira, pero está determinado a defenderse desde que los soldados indios le dieron un fusil y municiones.
Las tropas gubernamentales han armado a unos 150 habitantes de esta localidad. y los formaron durante un mes para manejar armas.
Con un "tilak", marca en al frente de color azafranado que significa que pertenece a la comunidad hindú, y empuñando su fusil, Sanjeet Kumar se muestra dispuesto a defender a los suyos y su casa.
"Nos aterrorizó el ataque", declaró a la AFP este hombre de 32 años, que trabaja en el servicio local de electricidad.