CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Juventino González no pudo ver a Diego Maradona en su esplendor como futbolista, pero es su fiel admirador. Así, tuvo claro adónde debía acudir para expresar la tristeza que le invadió el miércoles tras enterarse del deceso de su ídolo.
Fue al estadio Azteca, el templo deportivo de la capital mexicana donde Maradona se consagró en la historia del Mundial.
González, de 35 años, se vistió con una casaca negra de la selección argentina que llevaba impreso en los dorsales el número 10 y el apellido de su ídolo. Después compró una corona de flores y se dirigió al sur de la ciudad para rendir un pequeño homenaje a Maradona, frente al estadio.