La cotización del dólar en los diferentes segmentos que conforman el mercado cambiario, a excepción del oficial que es fijado por el Banco Central, suelen ser utilizados como una especie de termómetro que mide "la temperatura de la calle".
Si alguno de ellos, ya sea el blue, el dólar MEP o el contado con liquidación, suben, eso genera inquietud entre los agentes económicos, en tanto que si se mantienen estables o incluso descienden, aunque sea en forma temporaria, los ánimos se aplacan.
En aquellos momentos en los que la cotización del dólar tiende a espiralizarse, como sucedió desde principios de julio, el riesgo es que si no se aplican medidas correctivas a tiempo, la tensión puede desembocar en una corrida bancaria.