Nunca antes una cámara había estado tan cerca del Sol y ahora podemos apreciar fulguraciones jamás vistas en su superficie.
Fueron captadas por la sonda Solar Orbiter (SolO) de la Agencia Espacial Europea (ESA) -que se lanzó a principios de este año- y las tomó a solo 77 millones de kilómetros de la superficie de nuestra estrella, lo más próximo que una cámara ha estado del astro.
Entre las cosas asombrosas que la sonda ha revelado están pequeñas "hogueras", que una millonésima del tamaño de las habituales tormentas que los telescopios terrestres captan habitualmente.