Carlos Bianchi es prácticamente un faro para Boca Juniors, no solo por los títulos que logró en el club sino también por su manera de conducir el equipo en su exitosa época como entrenador. El “Virrey” supo inculcar la noción de grupo y poner al colectivo siempre por encima del individuo. Por eso, al margen de las nulas relaciones personales entre algunos de sus jugadores (por citar dos casos, Martín Palermo y Juan Román Riquelme), sus conjuntos alcanzaron la gloria.
En tiempos de turbulencias, que no solo son de estos tiempos pero que ahora reverdecen, las palabras de Carlos son casi un bálsamo para los hinchas xeneizes.