Muchas mujeres se esfuerzan por tener una experiencia de parto "hermosa" sin intervención médica. A algunas mujeres les funciona, pero este ideal puede ser perjudicial si los planes no se materializan.
Cuando Emma Carr se quedó embarazada en 2021, imaginó cómo quería que fuera su parto ideal. Quería sentirse empoderada, escuchada y en control. Pero, como muchas mujeres, la visión de Carr fue más allá. En concreto, esperaba tener un "parto natural", que es como generalmente se describe el parto vaginal con la menor intervención médica y alivio farmacológico del dolor posibles.
Siguió dos cursos, incluido un método popular conocido como hipnoparto, que enseñaba a utilizar la relajación y la respiración para ayudar a aliviar el dolor y a estar presente durante el parto.