La Corte Suprema de Estados Unidos determinó el lunes que las protecciones federales contra la discriminación por razón de sexo en el puesto de trabajo amparan también a las personas por su orientación sexual.
Según el más alto tribunal estadounidense, los empleadores que despidan a trabajadores por ser homosexuales o transgénero están violando la ley de derechos civiles.
En una decisión con 6 votos a favor y 3 en contra, la Corte estableció que la ley federal de 1964 prohíbe la discriminación por sexo o género y que eso incluye a las minorías sexuales.
El fallo es una gran victoria para la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, transgénero, bisexuales e intersexuales) y sus aliados, y un revés para el presidente Donald Trump, que había defendido que la norma de 1964 se limitaba a prohibir la discriminación de una persona por ser hombre o mujer.