Es el cambio más drástico en la estrategia de seguridad de Japón desde que ese país adoptó una Constitución pacifista después de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno del primer ministro, Fumio Kishida, anunció este viernes que su país duplicará su gasto militar durante los próximos cinco años, se dotará de los medios de defensa necesarios para atacar bases militares enemigas y aumentará sus capacidades para la guerra cibernética.
Entre las justificaciones ofrecidas para explicar estas medidas se hizo referencia a la amenaza que suponen China y Corea del Norte.
"Desafortunadamente, en las cercanías de nuestro país, hay países que llevan a cabo actividades como el aumento de la capacidad nuclear, una rápida acumulación de poder militar y un intento unilateral de cambiar el statu quo por la fuerza", dijo Kishida.