Tras años siendo una estrella del cine familiar con películas como Zathura, Un puente hacia Terabithia o Viaje al centro de la Tierra, Josh Hutcherson se convirtió en todo un ídolo adolescente gracias a su papel como Peeta Mellark en Los juegos del hambre. El éxito no paró de acompañarle durante los años que acompañó a Jennifer Lawrence, Liam Hemsworth, Woody Harrelson o Elizabeth Banks en esta exitosa franquicia que batió récords en las taquillas de todo el mundo, sin embargo, el erigirse como el chico atractivo y principal interés amoroso de la saga le creó un estigma que le llevó al encasillamiento.