La industria cinematográfica de Bollywood, parte integral de la identidad cultural de India, se enfrenta a una crisis económica histórica, con las plataformas de “streaming” extranjeras y las producciones del sur pisándole los talones.
Los cines de Bombay, centro neurálgico de la industria bollywoodiense, cuyos ingresos están por los suelos desde el final de los confinamientos por covid, están cerrando sus puertas.
“Es la peor crisis jamás vivida”, afirma a la AFP Manoj Desai, un viejo propietario de un cine en Bombay. Algunas sesiones fueron anuladas porque “no había público”.
El gigante de Asia del sur con 1,400 millones de habitantes produce de media 1,600 películas al año, más que ningún otro país.