(Bloomberg) -- Durante su campaña para la Casa Blanca, e incluso años antes de eso, el presidente electo, Joe Biden, enfatizó en la amenaza que representa el cambio climático y la necesidad de que Estados Unidos actúe. Biden tiene razón. No se puede permitir que la agitación en la política del país lo distraiga de la necesidad de acciones rápidas y audaces para enfrentar la amenaza existencial del calentamiento global.
Lo que Biden ha dicho sobre sus prioridades es alentador, y también lo son muchos de sus nombramientos propuestos, incluido Michael Regan, un antiguo defensor de la responsabilidad ambiental, para dirigir la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), y Gina McCarthy, exjefa de la EPA y presidenta del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, como coordinadora de la política climática de la Casa Blanca.