Cuatro fallecidos, nueve con daños cerebrales y un total de 96 niños afectados por la bacteria llamada Citrobacter koseri a lo largo de dos años en el hospital Niño de Borgo Trento en Verona (Italia). Tras meses de investigación y un cierre para la desinfección a comienzos de junio, una comisión externa ha concluido que la bacteria se encontraba alojada en un grifo y que la culpa estaría en una mala higiene.