Después de casi tres semanas de receso encubierto, la tropa que responde a Cristina Kirchner volverá a la carga en junio para imponer en el Senado la agenda política que responde a los intereses de la vicepresidenta.
A la ya iniciada ofensiva por la ampliación de la Corte Suprema –objetivo que se fijó Cristina Kirchner luego de que el tribunal la desafiara por la composición del Consejo de la Magistratura– se sumarán los intentos por modificar la ley que regula la consulta popular y la flexibilización del secreto bancario, fiscal y tributario, un tema polémico que el Gobierno se resiste a aceptar.