Estudios preliminares publicados en Reino Unido y Sudáfrica indican que los síntomas provocados por la variante ómicron parecen ser menos severos.
Evidencia temprana señala que menos personas necesitan tratamiento hospitalario para enfrentar el virus, en comparación con las demás variantes, con una reducción que va de un 30% a un 70%.
No obstante, aún perdura la preocupación de que aunque ómicron sea más leve, el creciente número de casos abrume a los hospitales.
Más de 100.000 casos se han reportado en Reino Unido en un solo día por primera vez desde que comenzó la pandemia.