En una casita a las afueras de Lima, Gabriela Zarate vive con su esposo y ocho hijos. Cuatro son suyos. Y los otros cuatro, dos niñas de 7 y 15 años y dos niños de 9 y 12 años, son hijos de su hermana menor Katherine.
Es difícil meterlos a todos. Los dos niños duermen de a dos en una litera, y las niñas comparten habitación en la parte trasera de la casa. "Siempre ha sido una lucha poner comida en la mesa para mi familia", dice Gabriela. "Y con cuatro hijos más es aún más difícil".
En junio de 2020, cuando Perú ya estaba luchando por contener la covid-19, Katherine se infectó.