Cuando Flavia Lavorino decidió tener un bebé por gestación subrogada, ubicó Ucrania en un mapa y calculó la distancia.
Unos 12.800 kilómetros. La distancia que separa Buenos Aires de la capital ucraniana, Kiev.
"Cuando ya estábamos vencidos y sin esperanzas y habíamos decidido dejar de intentarlo, un compañero de trabajo nos comentó de la gestación subrogada en Ucrania", le dice Flavia a la BBC.
"De repente se volvió real, posible. Nos entusiasmamos muchísimo".
Con José Pérez, su pareja desde hace 15 años, Flavia había probado todos los tratamientos de fertilidad posibles a lo largo de una década.