Minneapolis era una de varias ciudades que contaba con políticas asentadas que exigían que los policías intervinieran para impedir que sus compañeros hicieran uso excesivo de la fuerza, pero eso no salvó a George Floyd.
Expertos en cuerpos policiales aseguran que tales normas siempre se enfrentarán a una arraigada cultura policial y el temor de ser excluidos y catalogados como soplones.
Las dinámicas del poder han sido aumentadas en el caso de la muerte de Floyd porque dos de los cuatro agentes involucrados eran novatos y el de mayor experiencia en el lugar era un oficial de capacitación, Derek Chauvin, un veterano con 19 años en la policía que aparece presionando el cuello del afroestadounidense con una rodilla pese a las súplicas del hombre que lo deje respirar.