Por Maria Ramirez
CIUDAD GUAYANA, Venezuela, 10 feb (Reuters) - Cuando el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la semana pasada un segundo envío de oxígeno para ayudar a Brasil a tratar a los pacientes de COVID-19, dio crédito a la "clase trabajadora" de la planta siderúrgica estatal Sidor por el gesto de solidaridad.
Maduro ha utilizado los despachos al estado de Amazonas, en el norte de Brasil, cuyos hospitales el mes pasado se quedaron sin oxígeno debido a un severo brote, para contrastar lo que él llama los beneficios del modelo socialista de Venezuela con el historial del presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro.