BOGOTÁ (AP) — Luego del tradicional canto de entrada y la procesión, el sacerdote católico Luis Carlos Ayala se persigna y saluda a la comunidad. Pero el párroco no está en un templo en Colombia, sino sobre un escenario frente a cientos de personas en sus automóviles.
La cuarentena declarada desde marzo en el país sudamericano ha obligado a ajustar costumbres, tales como adoptar medidas sanitarias estrictas al salir y regresar al hogar, trabajar numerosas horas en casa, limpiar con cuidado los comestibles y modificar la manera habitual de comportarse, incluso en el ambiente íntimo.
Las ceremonias religiosas no son una excepción, y cientos de fieles católicos colombianos han ajustado sus rutinas para acudir a misa los domingos como si estuvieran en un cine para automóviles.