Apenas han pasado seis meses de este extraño y doloroso 2020, pero en este tiempo Ciudadanos ha mutado. El partido naranja ha entendido que en 2019 perdió su gran oportunidad negándose a sellar con el PSOE una gran coalición. Después tomó nota de la soledad de sus 10 escaños tras no haber sabido hacer valer los 57 que llegó a tener. Y ahora, viendo el reordenamiento político nacional y europeo, se ha ofrecido para apuntalar el Gobierno socialista. Ha tendido la mano para apoyar a quienes hace unos meses calificaba de "banda" y va a intentar que el Gobierno de izquierdas se centre con sus apoyos y, a cambio, deje de cojear del lado del nacionalismo catalán.