Todos sabemos que el fútbol no solo es un deporte en el que juegan once contra once. Definitivamente, es un fenómeno que traspasa lo disciplinario o lo profesional. Genera identificación, idolatrías, tipos de vida y, por supuesto, sentido del humor.
Cuando un jugador toma una decisión, sea particular, colectiva, pública o privada, los hinchas se lo toman de cierta manera. Algunas veces, existe molestia, otras felicidad. En algunos casos causa interés su vida particular. Otras, algunas bromas al respecto.
Gabriel Costa, por ejemplo, es recordado en Alianza Lima y en Sporting Cristal por lo que hizo en esos clubes.