Lejos de disparar sus ventas, la pandemia golpeó a los fabricantes de ataúdes en México, donde la cremación se impuso a la sepultura, pero una empresa intenta remontar la crisis con un modelo que promete reducir el riesgo de contagio.
De color café, herrajes brillantes y formas ovaladas, el "Ataúd Cov" se ensambla con láminas de acero en una bodega de Los Reyes de La Paz, municipio del estado México (centro).
"Nos bajó la venta porque nadie utilizaba el ataúd. Prácticamente todos los servicios, así como salían, fueran covid o no covid, (iban) directamente al horno crematorio", cuenta a la AFP Eduardo López, responsable de comercialización de Platinum Casket Company.