Todos los amantes del universo Starwars nos vemos tradicionalmente decepcionados por los avances en armas láser sucedidas en esta galaxia “muy muy cercana”. Al contrario de lo que vemos en los duelos cinematográficos entre rebeldes y startroopers imperiales, nuestras armas láser “avanzadas” necesitan posarse varios segundo sobre el objetivo enemigo, para con un poco de suerte, quemar parcialmente sus circuitos electrónicos e inmovilizarlas.
Es natural que en vista de estos obstáculos, el ejército tecnológicamente más avanzado del mundo, es decir el de los Estados Unidos, se haya planteado desarrollar amas láser más poderosas. ¿Objetivo? Buscar un haz energético al menos tres veces más potente en órdenes de magnitud, pero que al mismo tiempo solo necesite una fracción del tiempo necesario actualmente, para ejercer su acción destructiva.