Las aerolíneas llevan años realizando fuertes inversiones para atraer a los viajeros a sus propias webs y ‘apps’ sin éxito, pero esperan que la pandemia pueda inclinar la balanza a su favor.
A la hora de reservar un viaje, es habitual hacerlo mediante un comparador de precios, dada su gran utilidad para encontrar la tarifa más baja. Es precisamente este aspecto lo que complica que las aerolíneas aumenten sus ingresos, además de hacer más difícil la venta de productos adaptados. Wall Street Journal ha desvelado que las reservas a través de este tipo de webs suponen, aproximadamente, la mitad del total.