Ocho años después de lanzar su campaña militar en Yemen, Arabia Saudita quiere salir del conflicto para concentrarse en sus proyectos locales, pese a las pocas expectativas de una paz duradera.
El reino petrolero dio indicios de ello al anunciar este mes los planes de reanudar sus vínculos con Irán, que apoya a los rebeldes hutíes de Yemen contra el gobierno respaldado por Arabia Saudita.
Riad impulsa un profundo cambio social y económico como parte de la reforma "Vision 2030" del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, y al mismo tiempo "busca cambiar su enfoque en Yemen de una estrategia militar a uno de seguridad blanda y política", comentó Ahmed Nagi, del International Crisis Group.