Madrid, 22 may (EFE).- El Real Madrid 'murió' en la orilla fundido en su físico, tras una exhibición de orgullo para mantener las esperanzas de ser campeón de Liga hasta el último segundo, remontando al Villarreal en el tiempo añadido y esperando noticias positivas que no llegaron de Pucela, para ceder con honores la corona al Atlético de Madrid.
LaLiga no pudo escribir un guión mejor en la resolución del pulso por el título. Un giro inesperado plantó al Real Madrid el escenario soñado. El gol del Real Valladolid alimentó la esperanza pero el equipo de Zinedine Zidane se bloqueó por los nervios, encajó un gol que le obligó a desafiarse a sí mismo buscando la primera remontada del curso y, cuando la firmó, ya era tarde.