Ha transcurrido ya prácticamente un año desde que el coronavirus comenzó a expandirse por el planeta desde su epicentro en la ciudad china de Wuhan. Por aquel entonces nadie sospechaba que nos encontrábamos ante el inicio de una pandemia que traería sufrimiento, dolor y muerte y cambiaría el mundo y nuestra manera de vivir.
La llegada de la vacuna supuso ver algo de luz al final del túnel y muchos países han comenzado ya a inyectársela a su población, pero la tercera ola está golpeando con mucha fuerza y sigue trayendo más sufrimiento mientras las autoridades toman nuevas medidas para intentar frenar el aumento de contagios.