Fue una jugada que que ingresó en la historia. Una jugada que marcó a Luis Suárez y por la que debió pagar las consecuencias. En el Mundial 2014, el delantero uruguayo mordió a Chiellini y no la sacó barata.
Ademas de perder una gran cantidad de plata de sus sponsors, lo suspendieron por 9 partidos de la selección de Uruguay y estuvo cuatro meses sin poder jugar ningún partido como profesional.
Pasó el tiempo y el delantero, considerado uno de los mejores del mundo, subo sobreponerse y llegó al Barcelona. Allí se convirtió en el socio de Messi, es una de las figuras y ahora buscará revancha en este Mundial que se viene.