El encuentro entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en Nueva York de hace unos días dejó en muy mal lugar al conjunto blanco sobre el césped, pero también en la grada. Los de Zidane se vieron superados por los de Simeone, que se impusieron por tres goles a siete, un resultado tan surrealista como lo sucedido durante la disputa del mismo encuentro en el estadio. Los aficionados merengues de una zona del campo reaccionaron con una lluvia de bebidas a un asistente que alzó al aire una camiseta del FC Barcelona.