El futbolista turco no es precisamente conocido por sus gestos de pura deportividad sobre el césped, si no más bien todo lo contrario. A lo largo de su carrera siempre ha sido considerado como un jugador contundente en su juego, que nunca se ha cortado a la hora de hacer ninguna acción, dejando incluso gestos tan recordados como el lanzamiento de una de sus botas a un juez de línea en un encuentro con el Atlético de Madrid frente al FC Barcelona.
Tanto en el Galatasaray como en el Vestel Manisaspor, y los propios clubes madrileño y catalán han tenido que lidiar con las ocasionales salidas de tono tanto dentro como fuera del campo de Arda Turan.