Ayer se disputó un partido clave en la lucha por la Premier League. El Liverpool en su paso parejo con el Manchester City se enfrentaba con el Chelsea. Si dejaba puntos en el camino, quedaba prácticamente afuera de la competencia.
Sin embargo sus máximas figuras aparecieron y dieron cátedra de lo que se debe realizar en esta clase de partidos. Sadio Mané y Mohamed Salah dieron un extraordinario partido y el egipcio se mandó uno de los goles más bonitos de la temporada.
Con un disparo potente desde afuera del área venció al arquero Kepa, quien poco pudo hacer ante el brutal gol de un goleador que recientemente venía con la pólvora mojada, pero que ha retomado el nivel que le caracteriza.