Las tecnologías avanzan y con ellas mejora la emisión de los encuentros de fútbol, los estadios están llenos de cámaras que no dejan pasar ni un solo detalle: todo es visible a ojo de los productores y el aficionado. Gracias a esto hemos descubierto una curiosa manía de Ter Stegen después de cada gol de su equipo. El portero del Barcelona, siempre que su equipo anota un tanto, coge su botella de agua, tira un poco al césped y después le da un trago. Posteriormente vuelve a dejarla en la portería.
Un ritual que no pasó desapercibido ni para el propio FC Barcelona, que lo subió a sus redes sociales.