Hace muchos meses empezó la novela de Rabiot con el PSG. El futbolista, consciente que se le terminaba el contrato y que muchos clubes estarían interesado en ficharle (mucho más si esto pudiera suceder gratuitamente), decidió no renovar con su club para facilitar las negociaciones.
Al principio los rumores lo acercaban al Barcelona, de hecho hubo muchas negociaciones, pero el equipo culé prescindía de sus servicios y la dirigencia optó por dejarlo pasar, dándole prioridad a los otros hombres que tiene en el mediocampo. El nombre del futbolista dejó de sonar en las calles de Catalunya.